El Sureste de México máxima expresión natural, cultural, arqueológica y turística

Máxima expresión natural, cultural, arqueológica y turística, son parte de las vivencias que captamos al abordar el Tren Maya, donde los paseantes nacionales y extranjeros viven una gran aventura por el sureste mexicano, una experiencia única en el mundo, además de hospedarse en lugares cercanos a las zonas arqueológicas, donde cuenta con servicios y amenidades.

En cada parada del Tren Maya, entienden el significado histórico y el patrimonio de las regiones de Quintana Roo, Campeche, Yucatán, Tabasco y Chiapas, quedan extasiados con los 50 sitios arqueológicos, además de admirar monumentos prehispánicos, piezas como estelas, vasijas, osamentas, ofrendas, entre otras.

Ocho museos ofrecen una mirada integral para el conocimiento de la civilización maya, recintos renovados o recién construidos, entre ellos el “Alberto Ruz L’Huillier” en Palenque, Chiapas; el Calakmul, en Campeche; Puuc, Chichén Itzá, Costa Oriental; Ichkabal o Circuito Ecoarqueológico Paamul II, en Quintana Roo, y apreciar cuevas como Garra Jaguar, Manitas y Ocho Balas que también ofrece un bello templo maya.

Los paseantes cuentan con los Centros de Atención a Visitantes espacios para optimizar la experiencia de viaje y ser polo de desarrollo comunitario, ubicados en las zonas arqueológicas de Palenque, Moral-Reforma, El Tigre, Edzná, Xcalumkin, Ek´Balam y Calakmul.

Se tienen servicios de hospedaje con el sello Hoteles Tren Maya, por el momento en Palenque, Uxmal, Chichén Itzá, Tulum, Edzná y Calakmul.

Nuestras raíces culinarias están presentes a fin de brindar a los pasajeros una estancia cálida, con cocineras fieles, con espíritu festivo, creatividad, arte y mucho más.

La diversidad del sureste de México se refleja durante el trayecto de mil 554 kilómetros. En Chiapas, tenemos los paisajes rodeados de selva salpicada de cascadas, ríos y arroyos en Palenque; o disfrutar ecoturismo y senderismo para llegar a Bonampak y Yaxchilán.

En Tabasco, están los poblados Boca del Cerro y el Triunfo, con sus cascadas y colonias de aves, parte de la grandeza del Mundo Maya, que se refleja en la zona arqueológica Moral-Reforma en Balancán y Pomoná en Tenosique; la predilecta geografía de Campeche con sus hermosos manantiales y lagunas, sus grandes porciones de selva y mar, además de ciudades coloniales.

Conjunto con la vasta riqueza gastronómica y de tradiciones de Yucatán, sus pueblos mágicos, cenotes y vestigios arqueológicos, sabores únicos en su gastronomía, artesanías, entre otros.

Finalmente, en este gran recorrido, en Quintana Roo tenemos para enamorarnos su lado costero, sus cálidas aguas del mar Caribe y su arrecife mesoamericano, playas, parques acuáticos, humedales, lagunas, zonas arqueológicas, y muchísimas sorpresas más durante esta aventura por el Tren Maya.