Por Hipólito Torres
La Zona Arqueológica de Comalcalco es una de las más importantes en Tabasco, ahí tres de sus siete templos, poseen una cripta abovedada al interior del basamento en el cual están edificados, pues exhiben una doble función: Tumba y templo.
Comalcalco significa, Comalli en náhuatl, es decir, comal "calli" y casa "co": "Lugar de la Casa de los Comales".
Su arquitectura de tierra sobresale al estar cubierta con ladrillos y estuco de cal, elaborado a base de concha de ostión.
Esta ciudad fue el asentamiento más occidental de la cultura Maya, y fue ocupada por más de mil años.
En el "Lugar de la Casa de los Comales", se encontró el entierro del sacerdote “Aj Pakal Than”, quien vivió en el sitio a finales del siglo VIII d.C.
Tenía una ofrenda la cual incluía pendientes de hueso y espinas de cola de raya con 280 glifos incisos, que describen ceremonias a los dioses de la lluvia, datos únicos en la historia maya conocidos hasta ahora.
Tiene una escalera central del Templo VI, donde existe una escultura modelada en estuco que representa al dios Itzamná, creador del universo.
Arqueólogos excavaron 5 mil 400 ladrillos decorados por los mayas con dibujos de personas, dioses, aves, insectos, reptiles, edificios, formas geométricas, numerales y escritura.
Este bello sitio arqueológico de la civilización Maya está ubicado en el municipio de Comalcalco, Tabasco, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Villahermosa.
Rodeado por la exuberante pradera verde tropical tabasqueña, contando con salas audiovisuales, un museo de sitio, área de descanso con venta de alimentos típicos, bebidas de chocolate, cacao, pozol y de frutas tropicales de la región; artesanías, entre otros.
En la zona arqueológica desde temprana hora se realizan actividades como observación de aves, flora y fauna; recorrido por las edificaciones que son patrimonio arquitectónico.
Sitio ideal para estudiar o descansar, para tener conocimiento sobre la arquitectura y costumbres que realizaban los mayas.
Sin duda, algo único en esta cultura y que no debemos dejar de visitar, conocer y disfrutar.