Entre piratas y leyendas, Campeche, una joya del Sureste

Ciudad del Carmen, Becal, Hecelchakán, Isla de Jania, Becán, Calakmul, Calkiní y El Tigre, destacan entre los principales atractivos de este hermoso estado del sureste mexicano…

Maya Digital. Libio Lázaro 

Entre murallas y piratas, Campeche tiene una historia única deseosa de compartir por sus habitantes, sobre todo en el marco de la Edición 46 del Tianguis de Acapulco.

El territorio que hoy se denomina península de Yucatán, era un reducto territorial en el que se desarrolló, probablemente por más de un milenio, el pueblo y la cultura maya y que fue llamado Mayab, que significa: “Pocos, no muchos; el lugar donde hay poca gente o de gente escogida”.

Pero, como tal, Campeche “surge” a partir de la Conquista española, en la primera mitad del siglo XVI.

Ubicada en el área conocida como Península de Yucatán, la ciudad de Campeche -capital del estado del mismo nombre- fue descubierta en 1517, abandonada tiempo después y fundada en 1540 por Francisco de Montejo, El Mozo.

Debido a su ubicación, Campeche se convirtió en el puerto más grande e importante de la Península de Yucatán, pero los piratas pronto se percataron de las riquezas que zarpaban por barco e iniciaron sus atracos, acosando a la ciudad.

Los piratas más conocidos fueron en su mayoría de origen británico, como William Parker, Henry Morgan, Jacobo Jackson (llamado conde de Santa Catalina) y Mansvelt, aunque también hubo piratas de otras nacionalidades, como Diego el Mulato, oriundo de La Habana y el holandés Cornelius Jol, Pie de Palo.

Para poder defenderse de los ataques piratas, se construyeron fuertes, baluartes o “murallas”.

Esa característica ha hecho famosa a San Francisco de Campeche, nombre original de la ciudad.

Martín de la Torre fue el autor intelectual de la obra de “amurallamiento”; pero con su muerte las obras avanzaron lentamente bajo la responsabilidad del ingeniero Jaime Franck, conocedor de la materia como residente de las obras de San Juan de Ulúa.

Pero fue a finales del siglo XVII cuando fueron terminados siete baluartes y sus cortinas; en la primera década del siglo XVIII, San Francisco de Campeche, con su gran muralla y sus diversos baluartes, era una plaza fuerte, inexpugnable, de más de 100 cañones, sólo emulada en el continente por Cartagena de Indias.

 

Ciudad amurallada de encanto

Por eso, Campeche encierra encantos en sus leyendas, en su historia, en sus paisajes, en su gente, en sus tradiciones y costumbres y en su cultura.

Por ejemplo, la gastronomía del estado y su capital es a base de pescados y mariscos, lo que la hace única y original por su creatividad, sazón y gusto.
Entre las comidas de pescados y mariscos destacan el pámpano empapelado, la cherna en su jugo, el pan de cazón, calamares en su tinta, camarones empanizados, pescado a la campechana, pargo o mero y las famosas manitas de cangrejo.

Pero Campeche entera es un pedazo de historia, en sus calles y callejones se siente la presencia de los conquistadores españoles, de los invasores piratas, de las luchas civiles del siglo XIX.

En la actualidad el centro histórico es el punto principal de las actividades comerciales, culturales, administrativas y turísticas, con sus edificaciones con arquitectura militar, civil y religiosa, así como de complejos de oficinas y casas-habitación del siglo XX, ubicadas en áreas ganadas al mar.

Además, su malecón es un sitio de descanso y convivencia familiar, que abarca del monumento Justo Sierra Méndez hasta la Avenida Joaquín Musel, una longitud de casi 3.5 kilómetros.

¡Campeche: una ciudad amurallada y de historias de piratas, que vale la pena visitar!

 

Atractivos en Campeche:

  • Ciudad del Carmen:  Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, los Templos de El Guanal y de Jesús, la Casa de la Cultura y el ex hospital Victoriano Nieves. 
  • Becal.- Sitio donde se fabrican los auténticos sombreros Panamá, los cuales son suaves y moldeables y tejidos con fibras de jipi dentro de cuevas húmedas de piedra caliza.
  • Hecelchakán.- Comunidad con una gran población indígena, donde aún se respetan muchas tradiciones mayas.
  • Isla de Jania.- Isla cercana a la costa, casi en la desembocadura del riachuelo Santa Juana. Se accede en pequeñas embarcaciones que bordean una vegetación de manglares, hábitat de infinidad de pájaros y otros animales. Ahí se han encontrado casi mil entierros acompañados de ofrendas, por lo que se piensa fue un lugar adonde se llevaban personajes importantes que habían muerto.
  • Becán (Camino de la Serpiente).- Sitio arqueológico a 302 kilómetros al sureste de Campeche y 153 al oriente de Escárcega. El centro ceremonial estaba protegido por un foso de 1.9 km de largo construido en el Clásico (entre 100 y 250 d. C.). El estilo arquitectónico llamado Río Bec queda plasmado claramente en sus edificios con torres laterales provistas de escalinatas con ornamentos, la mayoría pertenecientes al Clásico Tardío, entre los años 600 a 800 d. C.
  • Calakmul (Ciudad de las Pirámides Gemelas).- Fue una de las ciudades mayas más grandes, con una extensión aproximada de 70 km cuadrados donde se han podido identificar 6,750 estructuras, más del doble que en Tikal.
  • Calkiní.- Además de una gran cantidad de atractivos naturales, se encontrarán bellezas coloniales como la Iglesia de San Luis de Tolosa, un templo cristiano construido durante el siglo XVII.
  • El Tigre.- Durante la época prehispánica llevó el nombre de Itzamkanak, fue un asentamiento del Postclásico, siendo ocupado hasta la Conquista. Algunos estudiosos sostienen que en este sitio Hernán Cortés sacrificó a Cuauthémoc (otros, contrariamente, afirman que fue en Tenosique, Tabasco).