Ámbar una joya de los Altos de Chiapas

A 130 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, se localiza en medio de un bosque tropical, el municipio de Simojovel de Allende. Este pintoresco pueblo, fue fundado en 1620 y en el habitan alrededor de 40 mil personas de tres grupos étnicos: Tzotziles, Tzeltales y Zoques.

La principal actividad económica de los habitantes del municipio de Simojovel, es la extracción artesanal y procesado del Ámbar. Este preciado material que se localiza en esta zona tiene una antigüedad de 25 a 40 millones de años y se formó de la resina de algunos árboles como el Guapinol y que con el tiempo sufrió un proceso de fosilización, atrapando durante este proceso, algunas especies de insectos como hormigas, polillas, larvas, termitas,  cortezas de árboles y flora.

El Ámbar, es considerado la  única piedra preciosa y semi-preciosa de origen vegetal y pertenece al grupo de las gemas orgánicas como el azabache, perlas, y corales.

De las minas localizadas en el municipio de Simojovel se extraen artesanalmente alrededor de 300 kilos de Ámbar  por mes, que equivalen al 90 por ciento de la extracción del producto en el país.

Para visitar la cuna del Ámbar chiapaneco, hay que dirigirse a la comunidad de Pauchil, “Los Dos Cocos” de ese municipio, para después emprender una larga caminata por senderos poco transitables que se convierten en un paseo colorido gracias al hermoso paisaje de la zona.

El ingreso a las minas las cuales llegan a medir  hasta 800 metros de longitud es toda una aventura y sin duda es también una manera de apreciar de cerca el arduo trabajo que realizan los mineros de Simojovel para extraer de las fértiles tierras chiapanecas, el regalo más grande de Chiapas para el mundo, que se traducen en los espacios artesanales en verdaderas obras de arte que engarzados penden de un elegante collar de plata o simplemente atado a la muñeca para recordar y tener siempre presente la energía de la tierra encapsulada en una resina milenaria, a la que hoy conocemos como ámbar.