PLACERES DEL LEGENDARIO RÍO SAN PEDRO MÁRTIR Y UNA VISIÓN DE DESARROLLO REGIONAL TREN MAYA

El río San Pedro Mártir, Un afluente lleno de historias, leyendas y anécdotas históricas que se entretejen a lo largo de su sinuoso recorrido, donde en antaño los mayas transitaron desde Guatemala hasta alcanzar las costas del Golfo de México para recorrer el Caribe, destacamos que a su paso importantes ciudades prehispánicas son el legado para esta generación y las futuras, por lo que conocerlo no solo invita a descubrir y admirar, sino aprender de cómo esta grandiosa civilización se desarrolló en armonía con la naturaleza y trazó su proyección cultural más allá de las fronteras.

A mediados del siglo XVIII, cuando nos situamos en el emblemático Poblado San Pedro, la historia señala que el nombre del Capitán Felipe Castellanos Díaz, fue impuesto por decisión política para usurpar la denominación furtiva de San Pedro, una población que también se conocía como El Tiradero, nombre acopado por los madereros tabasqueños durante el auge del corte de cedro y caoba, en el período de 1849 a 1929 y, luego, de la explotación del chicle. Sin embargo, es posible que entre los escombros de las ruinas mayas se encuentre algún monumento que prescriba su nombre original, dado desde la antigüedad.

En la década de 1950, cuando la construcción del paso ferroviario del tren que comunicaba al Centro de México con la Península de Yucatán, el río San Pedro Mártir, en territorio tabasqueño, se consolidó en una opción fluvial para alcanzar un vínculo de comunicación terrestre y fluvial para el movimiento de productos comerciales, como antes lo fue con la madera, los productos agrícolas y pesqueros. De modo que el repoblamiento fue parte del proceso de migración de trabajadores que construyeron las vías del ferrocarril que comunica a Coatzacoalcos con Mérida, procedentes de Veracruz, Chiapas, Guanajuato, Michoacán, entre otros estados del centro y norte del país.

La vida económica y política de las poblaciones pujantes de migraciones y colonización, forjaron un modo particular de ocupación en la región nororiental del estado de Tabasco, que comparte con el vecino estado de Campeche y la República de Guatemala. La construcción de la vía ferrocarrilera fue parte de una estrategia geopolítica y comercial para fortalecer la construcción del México posrevolucionario. Se previó el auge de la explotación petrolera y la repartición territorial de las reservas nacionales, por lo que era urgente establecer poblaciones de colonos demandantes de nuevas tierras. 

Lázaro Cárdenas, como presidente de México, impulsó grandes cambios en la economía de las poblaciones marginadas, dando énfasis en la ocupación territorial que garantizara la distribución de la población marginal. Es así como se trazaron rutas terrestres de comunicación interregional para crear nodos de articulación comercial. El impulso de la ganadería en la década de 1960 a 1985 (pasando por el fracaso del Plan Agrario Balancán-Tenosique) fue otra estrategia de producción que tuvo implicaciones muy fuertes en la región al devastarse miles de hectáreas que empobrecieron los suelos y el paisaje.

Por tanto, el impacto de la modernidad en la vida cotidiana de San Pedro y sus vecindades ha sido de sobresaltos que se reflejan en las condiciones económicas y en el manejo del paisaje y de sus recursos. La reducción de los espacios de vida y trabajo familiares y el de ecosistemas alterados por la práctica indiscriminada de la pesca furtiva ribereña, principalmente, requieren de cambios en el uso y manejo de las fuentes naturales. Sobre todo, del paisaje que es el marco de referencia económico, cultural y educativo que distingue las condiciones y la calidad de vida de cualquier población.

EL POTENCIAL DE UN EXCELENTE RÍO

TRANSFRONTERIZO CON GUATEMALA.

La proveeduría natural del ecosistema fluvial de la región del río San Pedro Mártir, ha sido durante miles de años un factor determinante en la vida de sus habitantes. Razón por la cual, y en relación con la productividad y la economía, son garantías de sostenibilidad para un futuro predecible si las acciones de protección, conservación, racionalización y diversificación de la economía están en constante valoración. Valoración que se traduce como poner en marcha un sistema operativo de acciones colectivas de corresponsabilidad que, en nuestro caso, sería:

  • Habilitar y poner en valor las actividades recreativas tradicionales en el marco del paisaje natural para promover el turismo rural, el ecoturismo y turismo alternativo.
  • Reforzar el recorrido de un circuito de zonas arqueológicas abiertas al público, con la habilitación de un corredor regional hacia la zona del Petén y Península de Yucatán.
  • Ofrecer a las comunidades circunvecinas la posibilidad de participar como elementos principales en el desarrollo de un potencial ecoturístico altamente sostenible.
  • Acrecentar el valor científico del río San Pedro Mártir, y sus implicaciones culturales en el ámbito regional, donde la actividad del turismo y de proyectos productivos contribuiría a una más justa distribución de la riqueza.

El río San Pedro Mártir es importante por su estratégica ubicación respecto del Petén de Guatemala, el sur de Campeche y la Península de Yucatán. En la antigüedad eso representó una dinámica cultural basada en el comercio, la guerra y la navegación fluvial como lo demuestra la existencia de más de una decena de antiguos emplazamientos urbanos ubicados sobre el curso fluvial, a cada 15 o 20 km de distancia entre sí; así también, el valor intrínseco de las montañas y de los ríos, con su variedad faunística y florística, permitió que los asentamientos prehispánicos y el paisaje natural, fueran sacralizados durante cientos de años. 

La razón más importante por la cual los mayas se rigieron para las guerras, las alianzas, el comercio y el intercambio regional fue la sacralización de los espacios concebidos para eternizar a sus dioses.

Por lo anterior, sostenemos que ahora, la rentabilidad y sostenibilidad de los usos del patrimonio arqueológico se funda en:

  • El valor simbólico e histórico del territorio.
  • En la conservación de la identidad cultural.
  • En el impulso al desarrollo económico.
  • En la necesidad de utilizar herramientas estratégicas de conocimiento y manejo, para garantizar su uso y aprovechamiento.

En la población de San Pedro y en la zona de reserva de Cascadas de Reforma, en Balancán, hay dos recursos complementarios que facilitarán la articulación de un producto turístico inédito, que está en proceso de valoración por el público local y nacional:

En San Pedro, los vestigios de una ciudad maya del período Preclásico y Clásico (100 a 900 d. C.) se perfilan a la vista del observador situado en la margen izquierda del río, en el lado donde la población actual se distribuye, exactamente en el lado opuesto ocupado por los vestigios arqueológicos que se distinguen por una topografía elevada y ondulante que sepulta las ruinas de una antigua ciudad que hoy los estudios realizados por los investigadores de la  School of Anthropology de la University Of Arizona Estados Unidos de Norte América, Daniela Triadán y Takeshi Inomata, han denominado este monumental sitio como “Aguada Fénix”, lugar que data a más de 3 mil años antes de Cristo.

Esta condición estratégica es un privilegio para la construcción de paradores y de servicios turísticos que se encuentran en etapa de desarrollo por parte de los grupos socialmente organizados y que por más de 25 años han venido trabajando colectivamente y en que en la suma de esfuerzos de los pobladores y de los grupos de profesionales han orientado una serie de iniciativas para contribuir al desarrollo de la región y a la articulación con el Tren Maya.

En este punto estratégico todos los visitantes se deleitarán con la observación de un paisaje cultural diseñado sobre la línea del espejo fluvial más transparente y lugar por donde el trazo ferroviario del Tren Maya será sin duda un detonante para la economía de la región, por ser el proyecto de más alto impacto para el desarrollo social de todos los tiempos y con una profunda visión que ha impulsado el expresidente de México,  Andrés Manuel López Obrador. 

No se deben perder las oportunidades de rehabilitar esa maravilla espectacular desde el lado del observador; mientras que, por el otro ángulo es importante mejorar la visibilidad de la topografía construida con plataformas superpuestas que ocultan palacios y templos piramidales. Tarea que le corresponde tanto a la comunidad como a los tres órdenes de gobierno, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS 

MONUMENTALES.

 Río arriba, a 15 km y sobre la margen derecha del San Pedro Mártir, se encuentran las ruinas de una población de tercera categoría, denominada Revancha, tal vez dependiente de Santa Elena (situada a su vez 15 km. río arriba), cuyos reinados estaban supeditados a la hegemonía de Calakmul, Palenque y Piedras Negras, durante el período Clásico. 

Por mencionar sólo una muestra de la gran reserva arqueológica de Tabasco sobre el curso del río San Pedro Mártir, damos cuenta de lo corto que significa hablar nada más en términos de ecosistemas o unidades de paisajes porque limitan a denominaciones como cuenca o microcuenca, cuando en la antigüedad, era uno sólo, tal vez único en un sistema articulado de paisajes culturales, extensos por la movilidad de sus habitantes. Las jornadas de viaje por día fueron establecidas por la equidistancia entre las ciudades mayas; de modo que un ejercicio en retrospectiva nos daría el placer de una experiencia de navegación prehispánica haciendo uso de kayacs, en sustitución de canoas de madera que ya no es posible obtener.

A poco más de 15 km, río abajo desde San Pedro y las ruinas de El Tiradero, se encuentra las ruinas de Moral-Reforma, privilegiada por las cascadas naturales del mismo nombre (Reserva Ecológica Cascadas de Reforma); otra antigua ciudad maya, ahora abierta al público, que fue escenario de momentos históricos relevantes y que ahora es motivo de muchas investigaciones epigráficas, gracias a sus monumentos esculpidos y a la calidad de su arquitectura.

DESARROLLO DE INFRAESTRUCTURA TURÍSTICA.

Un gran esfuerzo sin duda es el desarrollo de Proyectos Ejecutivos de infraestructura turística que ha sido diseñado en función de las necesidades y requerimientos guardando la conservación cultural y natural, bajo la consideración de que la retroalimentación y la sensibilización aumentarán acciones de corresponsabilidad y esfuerzo colectivo. Se apuesta a la experiencia personal y en colectividad como un canal de reciprocidad con el medio ambiente y el patrimonio cultural, razón por la cual las actividades recreativas serán de bajo impacto y diseñadas para inducir a la interpretación, a la reflexión y a la acción preventiva y proactiva. De modo que lo que se busca como parte del concepto de integralidad se dé de manera lúdica, recreativa, emocional y de corresponsabilidad.

Parte del mismo concepto de retroalimentación educativa se está alineando con programas académicos que se ejecutarán en las instalaciones del complejo Cascadas de Reforma: reuniones, exposiciones, capacitación, representaciones teatrales, lúdicas y virtuales, entre otros, que incentiven y promuevan cambios de actitud. Será fundamental la coparticipación de las organizaciones civiles, de las universidades locales e interregionales como la Universidad Politécnica Mesoamericana, (localizada en la Frontera México – Guatemala), la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, (División de los Ríos), La Universidad Tecnológica del Usumacinta, el Instituto Tecnológico Superior de los Ríos, la Escuela Normal de Maestros, los bachilleratos tecnológicos y otras instituciones que aprueben distintas formas de compromiso social a través de convenios de colaboración. Será una forma de establecer un yacimiento de creatividades e innovaciones en un centro de acopio y difusión afines con las actividades de recreación turística.

En el mismo sentido se prevé que las instalaciones de cabañas, restaurantes y miradores turísticos, muelles, áreas de recepción en el espacio que ahora ocupa La Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera, Pescadores Ribereños San Pedro, SCL, no sólo cumpla con la funcionalidad y estética de las construcciones, sino que se implante con categoría en el diseño urbano de la población, además de que se convierta en un punto de referencia importante en la escala de actividades fluviales. Es decir, con la reingeniería en las áreas de la Sociedad Cooperativa, que sirve de acopio de pesca, se garantizará el abastecimiento de producto para los restaurantes y evitará la búsqueda intensiva de mercados foráneos, promoviendo además la participación de otras personas en el consumo y venta de la producción local.

Es claro que, a mayor inversión de recursos financieros, mayor compromiso habrá para generar utilidades; puesto que la rentabilidad económica dependerá de la aplicación estratégica de herramientas y métodos de mercadotecnia que deberán procurarse en el proceso de establecimiento y producción.

En cuanto a la puesta en valor de los recursos paisajísticos y simbólicos, así como de contenido histórico, se espera que desde antes se puedan generar condiciones de rentabilidad al hacer uso de los espacios para promover actividades culturales de la propia localidad, aceptando   que la atracción turística se vuelve una masa crítica con el potencial involucramiento de la población local en actos cívico-ceremoniales, como las fiestas patronales y el reavivamiento de costumbres y tradiciones ancestrales. 

Todos esos aspectos sobresalen cuando la población es recurrente en la búsqueda de valores tradicionales y en el rescate de su propia identidad. En este punto, cabe destacar que la población de San Pedro es de formación reciente cuyo apego al territorio aún debe construirse con los recuerdos de una migración que pulsó los hilos de una modernidad que también les pertenece por derecho histórico. Las jornadas topofílicas, hablando del concepto de construcción o reconstrucción del territorio que parte de la idiosincrasia de cualquier grupo social, pueden traducirse en verdaderas fiestas de rememoración histórica. Es ahí donde la oportunidad de establecer compromisos sociales se vuelve una verdadera oportunidad de gestión social.

Tanto en la población moderna de San Pedro como en el paraje natural de Cascadas de Reforma, media el recurso arqueológico como el potencial más importante de cualquier inversión de rentabilidad turística. Y, aunque se carece de planes de manejo integrales colegiados por las tres instancias de gobierno, las universidades, las organizaciones sociales y la iniciativa privada; no obstante, vemos en cada propuesta de trabajo un aliciente para encauzar esfuerzos de gran 

envergadura, empezando por los detalles más pequeños que la imaginería social pueda apreciar como una luz en el futuro del desarrollo sostenible.